Buscamos el aspecto de la ciudad y nos encontramos con la profundidad del espacio. Una parte se hace tan grande que el todo se convierte en más minúsculo que la parte pequeña, la necesidad de diálogo suscita interminables distancias silenciosas. Saludo feliz esas distancias; sin ellas la pintura no es más que un pasatiempo decorativo.
Obra: M. Seara.