No sé aún por que, pero en seguida empezamos a charlar como si nos conociéramos desde la infancia.Y por primera vez comprendí que hablar del modo en que lo estábamos haciendo.......y yo, no era solo hablar por hablar, sino reflexionar sobre lo que decíamos.
Con otros pintores que había conocido nunca me había ocurrido lo que me estaba ocurriendo con ella.
De pronto, conversar era casi como escuchar un concierto suave donde yo también podía intercalar mis propias melodías. En ocasiones, mencionábamos datos de pintores, otras, enjuiciábamos técnica de cuadros importantes...................................
El cariño no precisa del tiempo. El cariño surge más allá de las horas, los instantes, o los lapsos. Brota por algún motivo que todavía nadie ha llegado a conocer. Pero a veces, si sabemos tratarlo, puede durar toda la vida.
Obra: M. Seara
Texto: Mercede Salisachs